Las mujeres demandan y logran tierras para uso familiar
En los últimos tiempos, ya se siente la voz de las mujeres en asambleas comunales, algunas participan como integrantes de la junta directiva. Es así, cuando se constituye la Asociación de Propietarios Agroganaderos de Chiara y Liriopata ponen en el cargo de secretaria de economía a una de las líderes, en este caso a Justina Altamirano Vilcapoma, quien en su condición de madre soltera logra el cargo por elección comunal; en este caso fue la única mujer de un total de 13 integrantes de la junta directiva de dicha Asociación.
Ella como líder motivó a otras mujeres a asistir de manera activa en las asambleas, es así que emerge la participación propositiva de mujeres como: Agustina De La Cruz, Reyna Méndez, Eusebia Maldonado, Juana Sánchez y Aydee Paquiyauri. Participaron en múltiples reuniones para afrontar la denuncia por presunta usurpación de la comunidad de Quishuar, incontables viajes a la ciudad de Ayacucho para dialogar con autoridades locales, judiciales y funcionarios para la titulación, asimismo acudieron a amplios debates para definir la propiedad sobre las áreas comunales de disputa con la comunidad de Quishuar.
Cuando se presentó el problema por las tierras comunales con Quishuar, la población de Chiara reacciona de manera inmediata y señalaron que la tierra era como su madre y hasta con la vida se tenía que defender de manera comunal.
Finalmente decidieron titularse de manera privada, es así que las mujeres tuvieron la oportunidad de acceder a tierras para uso familiar; pero por estrategia mantiene tierras comunales destinadas para la conservación de cabeceras de cuenca, reforestación y principalmente para la actividad ganadera.
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La participación de Justina Altamirano fue trascedente para el acceso a tierras por las mujeres, desde su cargo como dirigente incitó a muchas mujeres y fue la promotora principal para la entrega de tierras. Lamentablemente falleció en 2012 a sus 43 años en la ciudad de Lima, víctima de cáncer de mama.
Después de definir la colindancia con las comunidades de Quishuar, Huallccapucro y propietarios de fundos privados, la asamblea comunal acuerda entregar las tierras comunales a los comuneros y comuneras de manera privada; es así que inician las gestiones a través de la Asociación los trámites ante el Organismo de Formalización de la Propiedad Informal – COFOPRI del Ministerio de Vivienda para el saneamiento físico de las propiedades que fueron entregados a 121 jefes de familia.
Después de tres años de lucha y trámite ante COFOPRI, todas las familias que recibieron las tierras comunales lograron obtener sus títulos de propiedad en diciembre del 2010. Cada familia fue beneficiaria de cerca de 3 hectáreas de tierra, de esto, casi la mitad cuenta con riego, mientras la otra parte se entregaron en áreas de secano.