Quintanilla, el terreno para sembrar los sueños
La ciudad de Cochabamba es un amplio valle al pie de la serranía del Tunari. Tiene una extensión de 348 kilómetros cuadrados, con una población de 517,024 habitantes. Conocida con el nombre de “Ciudad Jardín”, pero contradictoriamente enfrenta grandes problemas de contaminación debido a la creciente y nada planificada expansión de la mancha urbana.
En el municipio de Sacaba, 1º sección de la provincia Chapare, en el distrito 2 se encuentra la zona de Quintanilla. Lugar que albergará los sueños de crear la primera comunidad ecológica de OINCO. Este lugar es considerado zona urbana, en un municipio que aún cuenta con varias zonas agrícolas, sobre todo las más alejadas del centro de Cochabamba. La zona de Quintanilla se encuentra a 14 kilómetros de la plaza principal de Cochabamba.
Según el Plan de Desarrollo Municipal de Sacaba el uso del suelo es mayormente dedicado al uso “habitacional y al uso de industrial sobre todo al contorno de la carretera principal que comunica a Sacaba con la capital del departamento de Cochabamba”.
Como se observa en la fotografía del lugar, es un zona que en la que recién se están construyendo casas. Esa fue una de las razones por las que OINCO pudo acceder a tres lotes que fueran colindantes para crear una sola comunidad.

OINCO en busca de una comunidad ecológica
Del inquilinato a la producción agroecológica
Este es un caso de acceso a la tierra a través de la gestión comunitaria de parte de familias sin techo. En la búsqueda por una vivienda digna se apuesta por la gestión comunitaria para acceder a tierra, pero con una perspectiva ecológica para optimizar el espacio, así como gestionar el acceso a servicios básicos y soberanía alimentaria. El camino ha sido largo y con diversos intentos, pero el tejido social se ve afianzado y principalmente reconocido con la gestión de un huerto urbano que trabajan hace tres años. Permitiéndoles hace unos meses comprar terrenos a nombre de la organización, donde planean seguir gestionando el tejido comunitario que habían puesto en práctica en el trabajo y aprendizaje de la agricultura. Se trata de 62 las familias beneficiadas en este primer logro de acceso a tierra.
Los inquilinos son las personas que pagan para habitar un espacio sin adquirirlo como propiedad. La Organización de Inquilinos de Cochabamba (OINCO) nació el 14 de marzo del 2008, actualmente cuenta con 4500 socios. Su principal objetivo es gestionar viviendas comunitarias ecológicas, ya que de forma individual es casi imposible. Según Aniceto Hinojosa, presidente de la organización, en los inicios de OINCO las estadísticas decían que 52 % de la población en Bolivia estaba en situación de inquilinato.
Dentro las ventajas de organizarse, definitivamente, la mejor fue que pudieron iniciar procesos de análisis y elaboración de propuestas. Es por eso que surgió la idea de crear condominios populares ecológicos. En los que sueñan poder manejar huertos urbanos, tratar los residuos sólidos y realizar el tratamiento de aguas servidas.
En un tiempo trabajaron con recursos de la gobernación para concretar el “modelo ecológico comunitario” para la vivienda en condominios. Pero nunca pudieron acceder a un terreno para iniciar su proyecto.
Hace tres años consiguieron un terreno en comodato, las instalaciones de la ex Corporación Regional de Desarrollo de Cochabamba (CORDECO), para desarrollar el proyecto Huerto en nuestra comunidad. Habitando un espacio olvidado en pleno centro histórico de Cochabamba. Se pusieron manos a la obra y comenzaron el ejercicio en la vida real: crear y mantener un huerto urbano en comunidad. Hoy aún es el lugar donde se reúnen todos los domingos para hacer trabajo comunitario y luego llevar adelante la asamblea. En primera instancia, fue bueno contar con un espacio propio, una de las afiliadas recuerda que en sus inicios OINCO se reunía en una plaza pública y debían estar atentas a que no les roben sus bolsas y cuidando a las wawas (bebés).
“Hemos empezado de cero, cuando todo era lleno de escombros y piedras, hemos trabajado bastante y ahora está como lo ve: bien bonito” cuenta Zulma Yupanqui Choque quien es de Huanuni pero vive hace 20 años en Cochabamba. Nos cuenta que hace 6 años es parte de OINCO y que nunca se hubiera imaginado que aprendería y se dedicaría a hacer huertos urbanos. La familia de Zulma está conformada por sus tres hijos y su esposo.