Algunos casos concretos ilustran los rasgos demográficos y culturales de la población del Proyecto Asentamiento Emiliano Zapata.
Francisco Jubiano de Freitas, Marcilei Caetana Motta y Raikon, su hijo menor, son asentados de la reforma agraria en este lote del Emiliano Zapata. La familia además de dedicarse al cuidado del ganado y a los cultivos de yuca, también tiene un puesto en el mercado libre de la reforma agraria que funciona todos los domingos de 7:00 a 1:00 pm y se encuentra localizado en el barrio Jardim Palmeira donde, junto con varios campesinos y campesinas de otros asentamientos, venden especialmente hortalizas y procesados, entre los que se encuentran los dulces y conservas de frutas, así como tortas, quesos, y coloridos frascos de vidrio con diferentes tipos de ají que le hacen juego a la famosa cocina de Minas Gerais. Jubiano y Márcia, como le dicen cariñosamente sus amigos, venden allí pasteles fritos (hechos por ella) y jugo de caña, combinación clásica de las ferias campesinas; otros días venden a la orilla de la carretera patilla traída de un municipio vecino llamado Monte Alegre de Minas.
Marcia además trabaja en el hogar y Jubiano se ha dedicado durante muchos años a ser comentarista de las vaquejadas, deporte cuyo objetivo consiste en derribar a un becerro por su rabo por parte de una pareja de vaqueros o vaqueras, antes de que pase por una línea marcada en la mitad del corral. Este deporte es fruto y parte de las raíces de la acentuada migración nordestina a esta región. El Triángulo Minero en tanto tierra de oportunidades y trabajo se ha convertido en un lugar receptor de diferentes flujos migratorios de todo Brasil.
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Márcia estuvo en la ocupación de la FERUB durante cuatro años, también en el acampamento de El Dorado dos Carajás, que se convertiría en otro de los asentamientos del MST en la región en el 2006, y luego en el acampamento Flávia Nunes, del que se desprendió el PA Flávia Nunes, localizado en la misma ciudad de Uberlândia. Los PA Emiliano Zapata, Flávia Nunes, Canudos, Florestan Fernandes y Eldorado dos Carajás fueron procesos de conquista de la tierra que se dieron en el mismo período de tiempo, entre los años 2004 y 2006.
Esto supuso un engrosamiento de la base social del MST en la región, y muchos desafíos en torno a la consolidación de nuevos liderazgos, por cuanto en algunos de los asentamientos fueron ubicadas personas que habían llegado recientemente a hacer parte del MST y con quienes el proceso de formación política no estaba tan afianzado como en otros escenarios. Valga destacar que el proceso de acampamento, que implica diversas ocupaciones de tierra, la resistencia, la producción colectiva y la formación política, son muy intensos en esta etapa y esenciales dentro del proceso de conformación de identidad y afianzamiento de los asentados como sujetos políticos.
Esta conquista simultánea de la tierra, así como la privilegiada localización del PA Emiliano Zapata cerca a la vía principal y la conjunción de otros factores, hizo que muchos de los liderazgos antiguos se concentraran en este PA. Dadas las contradicciones que la política de reforma agraria impone a los asentados y asentadas, lo que se observa es que en los primeros años de asentamiento haya un fuerte proceso de fragmentación de la cohesión social lograda en el acampamento y una individualización materializada en la necesidad de supervivencia dentro de los lotes, promovida inclusive por los esquemas de ordenamiento territorial impuestos por el INCRA.