La ocupación del predio San Julián se inició con la llegada de dos familias en el mes de septiembre del año 2007, en marzo de 2008 llegaron otras cinco familias y para agosto del mismo año, ya se encontraban las 10 familias beneficiarias en el predio.
El terreno de San Julián históricamente ha servido para la ganadería extensiva. Sin embargo, la situación anterior a la llegada de las familias refiere a un proceso que se repite mucho en la ruralidad colombiana. El predio fue incautado a narcotraficantes de la región a través de la ley de extinción de dominios y antes de ser adjudicado a las familias beneficiarias que aquí tratamos, estuvo a cargo de la Dirección Nacional de Estupefacientes del Estado colombiano. Los efectos de estos usos, la ganadería extensiva y el narcotráfico, dan cuenta de un predio que ha perdido considerablemente su fertilidad y sus suelos presentan un porcentaje alto de compactación.
Al entregarse el terreno a las familias beneficiaria, se tenía la expectativa de que desarrollasen un proyecto productivo de ganadería, cuyo objetivo fue “contribuir con la implementación de un sistema de producción ganadera integral que contemple la seguridad alimentaria y la ganadería de ingreso sostenible”, para crear condiciones socioeconómicas estables para las 10 familias campesinas en el municipio de Florencia departamento del Caquetá.