La gestión de la resistencia comunal en base a la gestión de la tierra
La mercantilización y avasallamiento interno motivado por el beneficio del riego, obligó a que los comunarios se organicen sindicalmente y generen su representación orgánica para respaldar la tenencia de la tierra de sus representados; y así también, generan antecedentes para ganar el juicio ante las familias no afiliadas.
La demanda de materia prima (uva), por requerimiento de las bodegas generó toda una cadena productiva a favor de la comercialización de vino y singani. El acceso al agua y tierra para producir uva, y la generación de vínculos comerciales, establece en la zona una articulación económica de complementariedad entre las comunidades y los empresarios privados. Esta dinámica económica, cultural y social a favor de la expansión del monocultivo de la uva, genera ingresos y pago por servicios, por lo que las familias tienen expectativa de ingreso asegurado. El caso es que, existe entre la seguridad económica de las familias comunarias y la demanda de las bodegas, una contenciosa negociación, en la que está en juego el control del territorio.
Como una estrategia de resistencia, las comunidades asentaron su derecho a la tierra y al agua (legal y por administración de los días/ horas de riego de San Jacinto), para asegurar la producción y ser parte de la cadena productiva, para obtener beneficios económicos.
El tener acceso a la tierra, como derecho y legalmente, otorga reconocimiento a las familias, y además, los procesos y requerimientos a los que se someten, expresan pertenencia y apego cultural a la tierra, en especial desde la visión de las mujeres, ya que da seguridad económica y alimentaria.
Asegurar el acceso, propiedad y uso los recursos de tierra y agua, siempre será una prioridad para las comunidades campesinas de cualquier territorio.
Se debe revalorizar la práctica de organización sindical afiliada y reconocida por estructuras departamentales y nacionales, que desde una lógica y cultura campesina, otorgan legitimidad y una palestra importante para defender los derechos a los recursos naturales.
No cabe duda que el protagonismo de las mujeres, en la defensa de la tierra y el agua, es de interés superior ya que ellas, siempre velan por la familia y por su suficiencia alimentaria y económica.