Fuente: Coordinadora Nacional de Autonomías Indígena Originario Campesinas - CONAIOC
Santa Cruz, 20 de enero de 2021
A la Familia doliente del Hno.
Felipe Quispe Huanca “El Mallku”
Líder histórico de los Pueblos Indígena Originario campesinos
Con mucho sentimiento expresamos nuestro profundo dolor por la pérdida irreparable del Hermano Felipe Quispe Huanca, “El Mallku”, quien ha constituido para nosotros las naciones y pueblos indígena originario campesinos un referente histórico por su pensamiento y sus luchas en pro de los derechos de nuestros pueblos. Esa lucha incesante, ya sea en su momento como luchador social por el que el Estado republicano discriminador y racista le habían privado de su libertad por varios años, o ejecutivo de la CSUTCB. Esa lucha incesante, le había llevado a convocar en el último tiempo al pueblo Aymara y al pueblo boliviano a resistir el “golpe de estado” protagonizado por la oligarquía antinacional profundamente sumergida en la corrupción, la rapiña y articulada a los intereses transnacionales.
Recordamos a nuestro Hermano Felipe poner en el debate nacional la reivindicación del saludable tema de la diversidad étnico-cultural, de la pluralidad ideológica respecto a las visiones de país. Superar la tradicional exclusión política que hemos sufrido las naciones y pueblos indígena originario campesinos que por primera vez el año 2002 había llevado al parlamento a representantes indígenas a través de su Movimiento Indígena Pachakuti, con el cual había arrasado en las provincias del Departamento de La Paz, y nada menos que por la vía de la democracia representativa liberal, mecanismo por el cual el Estado republicano nos había tenido fuera del escenario de las decisiones políticas.
El hermano Felipe no cesó en la contribución de su pensamiento inculcando a los ideales de revolución para construir un Estado de mayor justicia y en el que las naciones y pueblos indígena originario campesinos, seamos verdaderos protagonistas en la construcción de nuestra propia historia. En los últimos años, se había dedicado a trabajar con jóvenes aymaras como docente de la Universidad Pública de “El Alto”.
La Coordinadora Nacional de Autonomías Indígenas Originario Campesinas (CONAIOC), en representación de los pueblos que vamos construyendo nuestras autonomías, nos solidarizamos con la familia del Hermano Felipe, y a quien hacemos llegar nuestro agradecimiento póstumo por sus contribuciones a los cambios que se van operando en el Estado Plurinacional de Bolivia.
Hermano Felipe, los pueblos indígenas de Bolivia siempre te recordaremos porque no nos utilizaste en el discurso; te recordaremos por tu lucha convencida, comprometida e incansable. La “pacha” nos volverá a unir en esos caminos que la vida y la historia nos desafía.
Por la Coordinadora Nacional de Autonomías Indígena Originario Campesinas -CONAIOC.
Felipe Quispe Huanca (1943-2021), proviene ideológicamente de una de las vertientes más radicales de pensamiento propio, el indianismo-katarismo, que se desarrolló en América Latina, inspirado en la lucha anticolonial de Julián Apaza “Túpaj Katari” del siglo XVIII. En la década de los setenta del siglo XX, el movimiento sindical campesino afirmó su independencia política y organizativa, luego de un periodo de pactos, clientelismo y condicionamientos al gobierno del MNR, que había encabezado la Revolución Nacional y la primera Reforma Agraria. Felipe Quispe “el Mallku” (cóndor) participó de ese proceso y de la conformación de cuadros y grupos de intelectuales aymaras, unos más radicales que otros en su análisis del todavía Estado colonial boliviano. Los más radicales optaron por la vía armada y para los años noventa, Quispe y otros rebeldes fueron apresados, luego de una serie de acciones insurrectas bajo la firma del Ejército Guerrillero Túpaj Katari.
Al salir de la cárcel, Felipe Quispe, historiador de las luchas anticoloniales aymaras, reingresó al ámbito del sindicalismo campesino a la par de otros liderazgos no centrados en el ámbito altiplánico del occidente del país. A inicios del siglo XXI, el movimiento popular, incluidos campesinos e indígenas, reivindicaron la nacionalización del gas, como recurso estratégico, y junto a esta agenda, exaltaron mucho más la estructura de desigualdad, discriminación y racialidad que caracterizaba al sistema de partidos y el ámbito público general.
Se inició una suerte de disputas por la cabeza de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia – CSUTCB, pronto hubo dos cabezas, una al mando de Felipe Quispe, y otra, al mando de Evo Morales, dirigente de los campesinos cocaleros del trópico del país. Ambas partes de esta pulsión generaron -o se suscribieron- a instrumentos políticos que aspiraban a ocupar espacios de poder, y cada vez más, a tomar el poder por la vía electoral.
Felipe Quispe Huanca y su propuesta e instrumento político, el Movimiento Indio Pachakuti (MIP), vieron frustradas sus aspiraciones y perdieron su personería jurídica. Quispe se mantuvo en una postura radical y crítica respecto a las alianzas políticas e ideológicas del gobierno de Morales.
Tras un periodo de distanciamiento de la vida pública, ocuparse del sindicato de su comunidad de origen, de una escuela de fútbol en su municipio y la persistente de formación de cuadros indianistas-kataristas, el año 2020, Quispe volvió a la palestra, criticando y denunciando la violencia y racismo del gobierno transitorio de Jeanine Añez y movilizó a gran parte del altiplano boliviano. Como producto de estas últimas acciones fue impulsado como candidato a la gobernación del departamento de La Paz, y extendió sus actividades de 2020, la organización de reuniones, talleres de formación política y estrategias de liberación, hacia una campaña electoral, que quedó trunca con su deceso.