En Uruguay un documental tiene como principales protagonistas a los indígenas charruas. Pueblos que hasta ahora siguen luchando, aproximadamente 30 años, por ser reconocidos por los aparatos Estatales y la población en general.
El Documental uruguayo, “El país sin Indios”, remueve y pone en discusión la presencia de indígenas en el país, el exterminio de la población Charrua y la esclavización de los sobrevivientes, bajo las ordenes el primer presidente constitucional, general Fructuoso Rivera, da lugar a la matanza del 11 de abril de 1831, a orillas del Arrollo Salsipuedes Grande. Es un hecho en la historia de Uruguay que determina la presencia de población indígena en el país.
Mónica Michelena es una protagonista del documental, además de ser activista del Consejo Nacional Charrúa - CONACHA, donde se realizan un trabajo de búsqueda de descendientes de indígenas por el interior del país, tratando de generar una conciencia desde la remembranza de sus antepasados, donde la transmisión de la historia oral es de vital importancia.
Roberto Ribero es un protagonista más de este documental, el cual se auto identifica como un nativo de la población indígena Charrúa. El asegura que la población crece pensando que en Uruguay no existe población indígena, sin embargo, el siempre recuerda que desde niño en su escuela le llamaban indio, de forma despectiva, además de recordar que sus abuelos le contaban historias de su llegada al lugar de residencia.
Mónica Michelena, en una entrevista de un medio de comunicación local, afirma que la población Charrúa fue perseguida y acallada. Población (aproximadamente 300 personas) que fueron repartidas en las estancias como sirvientes, en su camino hacia Montevideo. Nos cuenta también que:
“hay una carta de las mujeres de Montevideo que ven como a las mujeres Charruas les quitan a sus bebes del pecho y ellas escriben (una carta) al presidente Rivera solicitando que esos bebes fueran devueltos a sus padres, porque ellas ya no pueden aguantar los gritos de dolor de las mujeres Charruas arrancándose el pelo como un símbolo de que les fue arrebatado algo propio, como prueba de esto, hay un registro de cartas de petición de un o una Charruita para las tareas de las estancias, además se de aceptar convertirlos al catolicismo y sacarles la lengua, las cuales fueron condición para acceder a un sirviente y es por eso que estamos todos desparramados hoy. Ahora nosotros nos queremos reunirnos y volver a reconstruir nuestra cultura en base a la memoria oral de todos.”
Para el Movimiento regional por la tierra y territorio, es necesario reconocer la presencia de una población indígena, no solamente para la población descendiente sino también para el resto de la población para saber de dónde uno proviene y dejar de invisibilizar a una población vigente y real en el Uruguay.
(Fuente: Consejo de la Nación Charrúa)
En su incansable lucha por ser reconocidos, el Consejo de la Nación Charrúa estuvo presente con 3 integrantes en el 2do Parlamento de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir en las Grutas, Neuquen, Patagonia Argentina.