Tuvimos la fortuna de ser parte del VIII Simposio Internacional de Geografía Agraria, realizado en la ciudad de Curitiba – Brasil. En el último día de este evento que reunió a académicos, activistas y organizaciones del campo de toda Sudamérica, presentamos la experiencia del Movimiento Regional por la Tierra y Territorio.
Oscar Bazoberry, coordinador del IPDRS y dinamizador del Movimiento, explicó que la iniciativa no estaba pensada desde la geografía, sino desde la sociología y los estudios territoriales; no obstante, la búsqueda de casos específicos, familiares y comunales, fue construyendo un mapeo interesante sobre las estrategias de acceso a la tierra y el retorno al campo en la región.
Sobre los alcances
Respecto a la cobertura y la intención de ver Sudamérica y no América Latina, Bazoberry explicó que se debe a una apuesta política por una integración viable basada en particularidades como los bosques y la potencialidad de los recursos naturales.
La meta son mil casos inspiradores que expongan historias de acceso a la tierra y territorio, y se tienen metas por país, basadas en una media entre extensión territorial y población, que señalan que deben alcanzarse 487 casos en Brasil, pues este país constituye prácticamente la mitad de Sudamérica. El alcance de estos objetivos está mediado por varias dificultades, económicas, teóricas, y también, dificultades respecto al idioma y la posibilidad de encontrar aliados, sistematizadores y organizaciones que apuesten a su visibilidad.
¿A quiénes va dirigida la iniciativa?
Se busca promover un abordaje renovador para diferentes ámbitos, académicos, desarrollo y activistas. La mayoría de los observatorios y atlas están identificando zonas de conflicto y problemáticas territoriales que muestran todos los riesgos y además, la descampesinización como principal impacto del capitalismo en el campo. El Movimiento, según Bazoberry, a pesar de todos los datos que anuncian el éxodo rural, intenta responder a una pregunta central: ¿Cómo explicamos que siga habiendo gente en el campo?
De lo que se trataría entonces es de ingresar al discurso vivo del testimonio de la gente rural para re-aprender las contemporáneas formas de demandar y acceder a la tierra, y defender territorios ancestrales. Por ello, el abordaje es desde lo inspirador de la historia de vida de los protagonistas. Si bien buscamos el reconocimiento de estas personas, también la iniciativa va dirigida al resto de la sociedad, no debemos olvidar que muchas de las decisiones políticas sobre el campo las toma la sociedad urbana, afirmó Bazoberry.
El SINGA 2017 resultó ser un espacio importante para socializar la iniciativa, se pudo exponer la muestra “Voces e imágenes por la tierra y territorio”, y además, se participó de espacios de articulación que reunían a diversos observatorios temáticos.