El Informe 2016 sobre Acceso a la tierra y territorio en Sudamérica tiene el objetivo de mostrar la dinámica actual del acceso a la tierra y al territorio y estimular procesos de diálogo e incidencia en favor de la población campesina, indígena y afro descendiente de la región. Este nuevo informe impulsa, incentiva y reúne diversas miradas y posicionamientos, que emergen de diversas formas de acompañamiento comprometido a los movimientos por la tierra y defensa de territorios en siete países de Sudamérica.
La inquietud de aproximarnos a la realidad y reflexión argentina, nos llevó a conocer a un equipo de jóvenes académicos, adscritos a los grupos de Estudios Rurales (GER) y Estudios de los Movimientos Sociales en América Latina (GER-GEMSAL), del Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Tomás Palmisano y Juan Wahren. Su aporte es minucioso y destaca aspectos que evidencian lo determinante del modelo primario exportador en territorios y momentos de agudo conflicto, sin embargo, la recopilación de acciones y propuestas también muestra la vitalidad de un movimiento campesino e indígena con una esclarecida agenda de lucha por la tierra y el reconocimiento de sus territorios.
La Fundación TIERRA, institución especializada en estudios agrarios, establece un enfoque que muestra la consolidación del modelo agroextractivo en Bolivia, en correlación a un debilitamiento organizacional de campesinos e indígenas en sus formas tradicionales de interlocución con el Estado. Los datos que brinda el aporte son provocadores y facilitan múltiples interpretaciones.
Carlos Walter Porto-Gonçalves, coordinador del Laboratorio de Investigación de los Movimientos Sociales y territorialidades (LEMTO), desde un enriquecido enfoque muestra el aporte de la agricultura familiar a la alimentación en Brasil y las trascendentales transformaciones en la institucionalidad del ámbito agrario y rural en Brasil. Expone un análisis y un posicionamiento, que colabora en la interpretación de datos y las significaciones que de éstos se desprenden, para un enfoque que fortalece las luchas por la tierra.
El Colectivo Agrario Abya Yala aporta una mirada panorámica que señala los puntos críticos que se desprenden de la construcción de la Paz en Colombia, como un tema central, tanto del documento como del debate político y organizativo actual. Se vislumbran los cambios institucionales y las primeras acciones del postconflicto, especialmente en temas titulación y restitución de tierras, lo que no deja de ser apenas un esbozo del camino a la restitución, así como de las tensiones y la continuada violencia que se sigue ejerciendo sobre dirigentes campesinos, indígenas y afros que reivindican acceso a la tierra.
Desde el Instituto de Estudios Ecuatorianos (IEE) y el Observatorio del Cambio Rural (OCARU), Stalin Herrera y Esteban Daza, explican la dinámica de ascenso y descenso del movimiento indígena y campesino en Ecuador, así como las coincidencias y tensiones entre éstos y el actual gobierno. Cambios legislativos e institucionales importantes, han generado nuevas tensiones y no se podría suponer un sujeto rural único, así como las interpretaciones de los procesos en marcha. La nueva situación económica del Ecuador, el énfasis productivista gubernamental, se derivan en tensiones y aspectos críticos que han sido mediados por el ambiente electoral de ese año.
Luís Rojas Villagra de Base Investigaciones Sociales (BASE IS), es preciso y puntilloso, tal como se lo determina la crudeza de la estructura agraria y las vías de las demandas por tierra en Paraguay. El afán de los asentamientos campesinos no termina en el acceso a la tierra, al contrario, como muestra el aporte de Rojas, la presión por la tierra y los recursos naturales establece una franca disputa, grupos –acaso estamentos- sociales con diferencias antagónicas, y la construcción esforzada de alternativas, articulaciones y plataformas que levantan astas por la agricultura familiar, la agroecología y el sentido comunitario de las estrategias de aprovechamiento de la tierra.
El Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES) a través de Pedro Castillo Castañeda, realiza un aporte que señala al Pacto de Unidad de organizaciones indígenas como nuevo interlocutor ante el Estado peruano, que con sucesivos gobiernos prorroga el tema de la distribución de tierras y resguarda la inversión extranjera por la extracción de recursos naturales. El aporte permite una aproximación a fenómenos que son de interés, tanto en la defensa y disputa por territorios.
Este informe, al igual que la iniciativa de articulación del Movimiento Regional por la Tierra y Territorio, es producto de la articulación de diversos actores, y quiere ser una herramienta adecuada y solidaria, para quienes participaron y principalmente, a aquellos a quienes refiere cada capítulo.
El informe está dirigido a organizaciones, instituciones y en definitiva, personas, hombres y mujeres, con intereses variados entre el activismo, la academia, el desarrollo y la política; de mente abierta, no satisfechos con lugares comunes que aportan a la rigidez de la teoría como zona de confort, y que estén interesados por actual desde la necesidad de conocer y actuar renovadamente, como principio.
Cumpliríamos con el objetivo del informe si los lectores, ingresan a una interlocución enriquecida, con los autores, entre ellos y a la vez, con más sujetos que están pensando en el campo, en términos de lograr mejores perspectivas, de vida, de estudio, de trabajo. Si las dirigencias que mencionamos a lo largo de los capítulos pueden identificar las problemáticas y fortalezas comunes, a nivel regional, ojalá sirva para fortalecer y renovar sus sentidos, articulaciones y movilización.
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