La frontera entre la ciudad de La Paz y el municipio de Achocalla es imperceptible. El equipo del IPDRS se dirigió a la casa y parcelas de Petrona Alcón, la protagonista del Caso 103 del Movimiento Regional por la Tierra y Territorio, una mujer aymara que lidera varias iniciativas en el ámbito de la producción ecológica de alimentos orgánicos y que se ha constituido en un referente para otros productores.
En medio de la carretera principal que atraviesa toda Achocalla, seguimos el ingreso a la comunidad de Marquirivi y a pocos minutos ya estamos en un portón que resguarda las parcelas que habrían sido propiedad de los padres de Petrona, pero que ahora se encuentran distribuidas entre los hermanos y terceros que las adquirieron vía compra. Entre estas parcelas y casitas, se encuentra el vivero y la chacra de Petrona y su esposo Pastor. Ellos nos esperan para compartir una merienda elaborada con sus productos propios y nosotros tenemos ansias por dar oralidad a la historia que el investigador Martín Torrico había sistematizado para el Movimiento.
Petrona Alcón nos cuenta que sus padres, al ver que sus hijos encabezaban sus propias familias les dotaron de tierra, pero que en un contexto de presión y necesidad, le costaba mucho enfrentarse al ambiente y al desafío de vivir de la agricultura. Ella y su esposo, decidieron irse a la ciudad de La Paz junto a sus pequeños hijos y allí, lucharon para sacar adelante a sus 10 hijos. Petrona adquirió el oficio de costurar polleras y su esposo de taxista, no obstante, luego de más de dos décadas de vida citadina, y bastante cansancio, doña Petrona sensibilizada por la pena de sus padres, al ver cómo sus terrenos podían ser abandonados o venderse a terceros, decidió retornar al campo y vivir de la agricultura.
Sus tres hijos menores, decidieron por su parte, permanecer en la ciudad mientras terminan sus estudios. Entonces, habiendo terminado la crianza de sus hijos, Petrona decidió que era momento de cultivar sus alimentos y cultivarse a sí misma. Nos explica que participó de varias capacitaciones, que ha estudiado en la Escuela Ecológica Familiar (AOPEB) y que al formar parte de la Asociación de Floricultores y Hortalizas de Productoras de Achocalla (AFLHOPA), ha incursionado en una red de productores ecológicos que no sólo desarrollan capacidades para la producción de alimentos orgánicos, sino que además, fortalecen liderazgos que cuestionan las cadenas de producción convencionales, los mercados y la dinámica de precios a nivel local y nacional.
Luego de compartir la merienda y escuchar su testimonio vital, el IPDRS, como dinamizador del Movimiento Regional por la Tierra y Territorio, entregó a Petrona Alcón un reconocimiento por el esfuerzo y la apuesta por la producción de alimentos sanos y el retorno al campo, que ella y su esposo recibieron con alegría.