El Estado ecuatoriano, a través del gobierno de Rafael Correa, impuso el estado de excepción en el territorio indígena Shuar ante las protestas que persisten contra la presencia de capitales chinos para explotar minería en esa región. La Conaie denunció que se impide el ingreso al territorio del pueblo shuar y se desconoce la situación de las familias.
A principios de diciembre fueron asesinados tres líderes del Pueblo Indígena Shuar Bosco Wisum, José Tendentza y Freddy Taish en Morona Santiago. Se sabe que los territorios Tundayme, Cordillera del Cóndor y Nankints están concesionados a empresas mineras, y que los miembros del pueblo shuar rechazan esas concesiones. Una incursión a un campamento de la minera, en la que se dice que resultó muerto un policía, fue el detonante para aplicar represión del estado de excepción en el territorio indígena. En su cuenta de twitter Correa llamó “criminales” a los indígenas que intentaron tomar el campamento minero San Carlos Panantza.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonia Ecuatoriana (Cofeniae) se pronunciaron responsablizando al gobierno de Correa de no haber escuchado los intentos de búsqueda de diálogo del pueblo shuar: “Al iniciar el conflicto en el territorio Shuar de #Nankints, desde la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador CONAIE y Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana CONFENIAE advertimos que la militarización generaría violencia. El 22 de noviembre solicitamos al Ministerio del Interior, al Ministerio de Defensa, al Comando Conjunto de las FFAA y a la Defensoría del Pueblo un alto a la violencia y la militarización para precautelar la vida de todos los involucrados y construir una salida dialogada al conflicto. El Estado no escuchó”.
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Foto: Conaie