En los próximos 21 y 22 de julio 2016, en la Universidad Central del Ecuador (Ciudad de Quito), tendrá lugar la Cumbre agraria, un “espacio permanente de unidad, encuentro, movilización y construcción de respuestas hacía una política de transformación del campo ecuatoriano [que] es promovida desde los sectores indígenas, montubios, afros, campesinos, pequeños y medianos productores, pescadores, consumidores, trabajadores y sectores populares”.
Esta importante muestra e impulso por la autonomía territorial basada en un “pacto agrario nacional” busca la reactivación de la producción campesina desde el enfoque político de la soberanía alimentaria, que propugna por el acceso y control de los recursos naturales y la producción de alimentos.
¡Vamos a la Cumbre! Gritan muchas voces desde el campo y la ciudad, mostrando la necesidad que las propuestas y demandas de los sectores populares sean escuchadas.
El peculiar proceso hacia esta cumbre responde a una serie de movilizaciones en diversos territorios. Se han hecho una serie de precumbres regionales, que bajo el grito de la unidad ante el agronegocio y la entrega de recursos naturales promovida desde el gobierno, propugnan por la unidad de los campesinos e indígenas, como verdaderos protagonistas del campo.