El informe de Global Witnness 2015 titula “En terreno peligroso” debido a que en esa gestión más de tres personas por semana murieron asesinadas por defender su tierra, sus bosques y sus ríos especialmente frente a actividades extractivas. El documento muestra que, como nunca antes, se registraron 185 muertes en un año.
Tres de los seis países donde se registra la mayor represión están en América del Sur. Brasil registra 50 muertes, seguido de Filipinas que cuenta 33, Colombia con 26 muertes, Perú con 12 asesinatos, Nicaragua con 12 y la República Democrática del Congo con 11.
El Estado, a través de la Policía y el Ejército, las empresas privadas con concesiones para explotar recursos naturales, grupos paramilitares y terratenientes son los principales causantes de esas muertes.
“El año pasado, diez manifestantes murieron por disparos de la policía durante acciones pacíficas para defender sus derechos sobre la tierra y el medio ambiente –dice el resumen ejecutivo del informe. Nueve de ellos murieron en manifestaciones contra minas de Perú, país que hace poco debilitó su legislación en materia de medio ambiente para fomentar una mayor inversión en minería. Hombres armados contratados como seguridad privada por empresas y grandes terratenientes también eran sospechosos de 11 asesinatos, principalmente por haciendas y plantaciones de Brasil y Filipinas. En otros 13 casos encontramos información de que se sospechaba que acaparadores de tierras de Brasil habían acabado con activistas comunitarios”.
Global Witness, a través de un comunicado para difundir esta información, exhorta a los gobiernos de los países afectados a:
· Aumentar la protección de los activistas de la tierra y el medio ambiente que están en peligro de sufrir actos de violencia, intimidación o amenazas
· Investigar los delitos, incluyendo a sus «cerebros» corporativos y políticos aparte de a los asesinos, y llevar a los autores ante la justicia
· Defender el derecho de los activistas a negarse a la realización de proyectos en su tierra y garantizar que las empresas pidan de forma proactiva el consentimiento de las comunidades
· Solucionar las causas subyacentes de la violencia contra los defensores, reconociendo oficialmente los derechos de las comunidades sobre la tierra y combatiendo la corrupción y las actividades ilegales que afligen a los sectores de los recursos naturales.
Para acceder al comunicado de prensa y descargar el informe: https://www.globalwitness.org/en/reports/terreno-peligroso/
Fotografía: Antonio Isídio, asesinado en Brasil. https://www.globalwitness.org/en/reports/terreno-peligroso/